jueves, 3 de marzo de 2011

PERSPECTIVAS: PAUL VITTI Y EL COMPLEJO DE EDIPO.

En la película “Una terapia peligrosa”, (“Analyse this”) el psiquiatra Dr. Ben Sobol (Billie Crystal) trata al estresado gangster Paul Vitti (Robert de Niro) de su ansiedad. En una de las sesiones, como parte del tratamiento, le pregunta por sus relaciones con su padre. Enseguida, se lanza a explorar los posibles sentimientos de culpabilidad hacia su padre.

Le pregunta:
  1. -¿Sentimientos de culpabilidad?
  2. -¿Por qué? Yo no le maté...
  3. -Bueno, eso ya lo sé, yo solo especulo con la posibilidad de que usted hubiera deseado que muriera...
  4. -¿Por qué iba a desear que mi padre muriera?
  5. -Ha dicho que discutían, que le pegó unos cachetes porque se rebelaba contra su autoridad... Quizá había un conflicto edípico no resuelto...
  6. -En cristiano, en cristiano...
  7. -Edipo era un rey griego que mató a su padre y se casó con su madre...
  8. -¡Puff!, jodidos griegos...
  9. -Es un impulso instintivo durante el crecimiento, el chico quiere sustituir al padre para poder poseer enteramente a la madre.
  10. -“Pero... pero qué dices, ¿que yo quería follarme a mi madre?
  11. -¡No...! Es una fantasía primaria...
  12. -¿Has visto tú a mi madre?
  13. -¡Paul!
  14. -¿Qué pasa?, ¿Se te ha ido la olla...?
  15. -Lo dice Freud...
  16. -¡Pues ese Freud es un capullo enfermizo, y tu también por sacar el tema...! Es... es... ¡Uagh!

Paul Vitti manifiesta su total desacuerdo con la interpretación, pero sin embargo, nos relatan de manera verosímil que ésta tiene sus efectos. De hecho, el gangster responde con un sueño y con varios síntomas transferenciales...

Personalmente, la película me pareció excelente. Además, me pareció que los guionistas, probablemente bien asesorados, habían sabido plasmar de manera muy acertada - en clave cómica, claro - como se desarrollan las cosas en un análisis. Incluso por la parte que le toca al  psiquiatra, que como se ve también tiene su propio conflicto edípico con su propio padre.

Sin embargo, como ya hemos comentado antes, muchos terapeutas actuales podrían estar en desacuerdo con el valor que Sobol da a ese tipo de temas.

El Complejo de Edipo es un punto fundamental del modelo que Freud propuso para entender como sería la organización de su Inconsciente, concepto mayor del pensamiento humano que estará siempre ligado a su nombre.

Es un concepto complejo que no es fácil de resumir en breves lineas. Una forma sencilla de explicarlo sería decir que Freud opinaba que los hijos sienten, de manera inconsciente, cierta forma de atracción hacia la madre - atracción de naturaleza libidinal, es decir, sexual -, y que encuentran en la figura del padre un rival, por lo que desarrollan hacia él actitudes de rivalidad. En el caso de las hijas, el Edipo tiene una forma invertida y se explica de manera ligeramente diferente. La teoría edípica se acompaña de otras hipótesis sobre como el varón o la mujer asimilan la diferencia sexual anatómica, que desarrolló bajo el nombre de “complejo de castración”.

Sigmund Freud, neurólogo de formación,  edificó su obra a partir de su encuentro con algunos hechos clínicos que vivió en su entorno y su época de formación en Paris, en Paris. Era el tiempo de la “histeria” y sus misteriosos síntomas somáticos, de la hipnosis y la sugestión. Freud consiguió dar un sentido a sus observaciones construyendo una teoría cuyo punto de partida fue la existencia de pensamiento inconsciente. Su obra fue una formalización del “pensamiento inconsciente”, una descripción de sus reglas y de su funcionamiento, y una serie de hipótesis que vertebraron sus observaciones, extraídas fundamentalmente de la clínica de su gabinete.

Aunque su primera tentativa fue la de elaborar una “psicología para neurólogos”, su propuesta fundamental se elabora sobre un modelo de “aparato psíquico” deliberadamente separado (en su intención) de cualquier modelo biológico. Un modelo “virtual”, que fue definiendo y modificando con el tiempo: “Consciente / Pre-consciente / Inconsciente”; “Yo / Ello / Super-Yo”. Meritoriamente, elaboró toda su obra antes de que hubiera - con Saussure - una teoría del lenguaje, lo que no fue obstáculo para dejar interesantes intuiciones sobre él.

A mi manera de ver, su idea inicial partía de la necesidad que tiene un organismo vivo de administrar los estímulos, o como él decía, de “derivar la energía”. Es esencia, es el modelo de “arco reflejo” o de la neurona. Luego planteaba que los estímulos pueden ser “exteriores” pero también “interiores” y de ahí crea su concepto de “pulsión”, como una fuente interior de estímulo que exige una descarga. Como necesitaba una teoría sobre el tipo de “energía” que animaba su modelo, propuso un concepto de energía psíquica - la libido -, que al vincularse a distintas representaciones psíquicas, animaría al organismo a desarrollar comportamientos que permitieran satisfacer impulsos y las necesidades. Para Freud, interesantemente, esa energía “libidinal” era de naturaleza sexual, lo que fue origen de notables disputas teóricas.

Elaboró la idea de un aparato psíquico organizado que, en síntesis, habría de velar por el funcionamiento integral del organismo, y sería responsable de las funciones “superiores”
(conciencia, pensamiento organizado, conducta...) El pensamiento consciente representaría solo una pequeña parte del funcionamiento del aparato. Muchos otros de sus procesos serían para la persona totalmente inconscientes.

En el modelo freudiano, simplificando mucho, la organización de ese aparato psíquico trabajaría administrando la forma en que la libido “catectiza” los objetos; por decirlo de otra manera, administrando la forma en que los objetos se vuelven “interesantes” para el aparato psíquico como posibilidades de derivar la tensión libidinal. Pero, el aparato psíquico al desarrollarse en el universo cultural se vuelve complejo ya que la posibilidad de gratificación pulsional automática conduciría casi inmediatamente a conflictos con el entorno, por lo que necesita de mecanismos que permitan inhibir parte de las conductas.

Llegando al Edipo en esta linea de simplificación, para Freud, el conflicto edípico  original se produciría en la triangulación “hijo/a - madre - padre”. Cada sujeto, en su desarrollo precoz, se confrontaría con que el Objeto Materno, su fuente real y mítica de satisfacción, en determinado momento del desarrollo ya no puede ser mantenido en esa posición, escapa a sus expectativas de vinculación y aparece en relación con otro objeto, el Padre, figura que determinaría su separación y, en cierto sentido, su pérdida definitiva. Este drama se produciría en su mayor parte de manera inconsciente y sería la matriz sobre la que se organizarían el aparato psíquico: la identidad sexual y todos sus avatares, las configuración del objeto sexual y toda su constelación de tensiones, la matriz sobre a que circularán el amor y la rivalidad, el canal por el que cada cual accede a la Sociedad, a la Cultura y lo que constituye nuestra humanización y nuestro acceso al mundo civilizado.

Volviendo a la película, el guión nos brinda toda una serie de avatares que permiten que la idea básica del edipo funcione como elemento interpretador a todos los niveles: el sueño trasnsferencial de la leche negra, el sueño (del psiquiatra) que alude a “El Padrino”, la ambivalenci de la idea de de que Vitti deberá eliminar al psiquiatra - que tiene valor de sustituto de la idea edípica de “matar al padre” -, o la forma en que se inicia brillantemente la resolución el conflicto, después de que en el restaurante italiano se redescubre la escena traumática, se establece la neurosis trasnferencial, y comienza a desbloquearse afectivamente el sentimiento de culpabilidad de Vitti,  a la manera de de la “experiencia emocional correctiva”.

Como corolario de este post, me gustaría mencionar dos ideas:

Cual sea el verdadero valor del Edipo en el panorama terapéutico actual es algo diicil de determinar. En mi practica personal, soy consciente del valor potencial de la metáfora edípica como principio ordenador de las tensiones y emociones caóticas que puedan experimentar las personas. Dicho de otra manera, el Edipo ayuda a poner orden y dar sentido a lo que las personas sienten, orientándolas en la biografía respecto de sus figuras familiares fundamentales y de las transferencias que hacen respecto de figuras sustitutas. Sin embargo, tenga la sensación de que en la terapia de muchos pacientes, las referencias claras al Edipo son muy débiles.

Claro que, y esta es la segunda idea, como intuye Lia -personaje de Humberto Eco en la novela “El Péndulo de Foucault”-, cualquier idea puede servir para ordenar y dar sentido a otras. A diferencia de una idea delirante, la matriz edípica puede ser un buen instrumento para ordenar los afectos y actitudes derivados de las relaciones familiares. Pero hay otras ideas que también funcionan bien y permiten arrojar interesantes perspectivas sobre la clínica, como por ejemplo, la interesante Teoría del Apego de Bowlby, al que nos referiremos en el próximo post.

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